En la última década, uno de los
géneros cinematográficos más rentables ha sido el genero de
terror. En sus diferentes vertientes podemos encontrar grandes éxitos
como la saga 'Saw' que optando por un subgénero más gore ya cuenta
hasta con seis secuelas a su espalda o la saga de Paranormal Activity
que optando por un terror más clásico de fantasmas ya cuenta con
cuatro entregas.
Estos sagas son el claro ejemplo de la
situación que vive este género cinematográfico. Películas de bajo
presupuesto en su mayoría que consiguen una gran recaudación y
siendo muy rentables. Hasta ahí todo bien, el problema es que el
cine de terror lleva varios años atascado, no ofrece nada nuevo
además de secuelas tediosas y repetitivas o de mal gusto (Saw fue
una película muy estimulante en su día, pero sus secuelas no dejan
de ser un juego macabro en el que buscar una muerte más asquerosa).
Y aunque de vez en cuando nos encontramos películas diferentes y muy
entretenidas como 'Cabin in the woods' (película que se estrenará
directamente en DVD en España, lo que es una pena) la mayoría
suelen ser secuelas sin sentido (como 'El último exorcismo 2', una
contradicción en toda regla). El caso que nos ocupa hoy es una
película a medio camino entre los dos casos que acabamos de hablar.
Sinister nos cuenta la historia de
Ellison Oswalt un periodista que viaja con su familia a lo largo y
ancho del país para investigar terribles asesinatos que luego
convierte en libros. Cuando llega a una casa donde ha tenido lugar el
asesinato de una familia, encuentra unas cintas de Super 8 con una
serie de asesinatos a lo largo de los últimos 50 años.
La base de la película es bastante
simple y no es algo fuera de lo común, un personaje corriente que
descubre algo más que unos simples asesinatos. A partir de ahí
siempre podemos desarrollar una inquietante historia de terror. Sin
embargo, el acierto de 'Sinister' es enfocar la película no solo
como una simple trama de miedo, sino como algo más. La película nos
muestra a un escritor de capa caída, que añora sus años de éxito
y que ve la posibilidad de volver a ellos gracias a este caso. A
partir de ahí el papel interpretado por Ethan Hawke comienza a
desarrollar una obsesión los asesinatos y descubrir la verdad,
tornando la película en un thriller.
La acertada dirección de Scott
Derrikson y una música que consigue inquietar al espectador hacen
que la película se haga muy amena y no aburra. Por otro lado también
es un acierto que el 70% de la película todo el peso interpretativo
caiga sobre Ethan Hawke, que sabe manejar muy bien la situación a
pesar de encontrarse totalmente solo, únicamente acompañado por las
películas de Super 8 y la casa.
Una mención aparte se merecen las
películas de Super 8 de los asesinatos. Como si de auténticas
películas snuff se tratases, están cargadas de una violencia
explícita que las convierten en lo más aterrador de la película.
Es cierto que en los momentos en los que se reproducen la música que
acompaña al metraje cambia para hacerlo más tenso, pero ya de por
si las películas son bastante inquietantes (espeluznante la cinta
del cortacesped).
El problema, como en casi todo este
tipo de películas, es el guion. A su favor hay que decir que en
muchos momentos no sabemos si el protagonista está investigando unos
casos sobrenaturales o por el contrario, son casos de asesinatos
“normales” pero dada su obsesión encuentra un matiz de
ocultismo. Sin embargo, como buena película de terror que es, es
bastante predecible hasta su desenlace final lo cual empaña bastante
el resultado final.
En resumidas cuentas, 'Sinister' es una
interesante película de terror que gracias a su personaje principal
y un enfoque algo más realista (sobre todo hasta la mitad del
metraje más o menos), su ritmo y música inquietantes y algún susto
que otro nos hará pasar unas casi dos horas muy entretenidas. Es
cierto que no añade nada nuevo al género ni es tan refrescante como
'Cabin in the Woods', pero no puede ser todo perfecto ¿no?
PD: Ya han dado luz verde a una
'Sinister 2'. Claro ejemplo de la situación que vive este género.
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